EL ESTUDIO CLARACÓ: Línea ferroviaria de Oloron-Sainte-Marie a Canfranc

 

El Estudio de Robert Claracó sobre la línea Olorón-Canfranc, pone de manifiesto la competitividad y rentabilidad de dicha línea



Por solo 51 km de vía férrea “neutralizados” por la SNCF[1], se ven afectados los 311 km que separan Zaragoza de Pau. Cuatro diferentes estudios, realizados por consultoras de nivel internacional, han concluido que este ferrocarril transpirenaico es viable técnicamente y rentable económicamente. Recordemos que fueron los realizados por Ineco (1990), Eres Transport (1995), Systra (2000) y TTK (2005).

La originalidad del estudio del gabinete de Robert Claraco radica en las modalidades de explotación y de un nivel de equipamiento de la línea que evoluciona en permanente coherencia con el tráfico existente en cada momento. Este enfoque permite, por una parte, minimizar la inversión inicial y autofinanciar posteriores mejoras técnicas y comerciales de la línea. Por otro lado, supone la máxima fiabilidad del sistema, respetando las normas ferroviarias de la UIC[2].

 1. La originalidad de las propuestas técnicas.

 El estudio Claraco parte de aceptar las conclusiones comunes de los estudios precedentes: vía única de ancho europeo entre Zaragoza y Pau, electrificación a 25 kV (c.a.), carril de 50-60 kg/m y explotación única sobre los 311 km de la línea. Pero plantea las siguientes originalidades:

• En los primeros años, el tramo Olorón-Canfranc sería considerado como un único cantón (sin vías de cruce o apartado en las estaciones y, por tanto, sin cambios de agujas), lo que confiere la máxima fiabilidad a la infraestructura al no estar sometida a problemas atmosféricos. El sistema de señalización evolucionaría en función del tráfico.

• Entre Pau y Zaragoza circularían trenes de mercancías de 1.200 Tm brutas, que solo entre Olorón y Canfranc necesitarían ser divididos en dos trenes de 600 Tm cada uno.

• Habida cuenta la capacidad máxima de la línea en esta primera fase, todo el tráfico podría atenderse con tan solo cuatro locomotoras, de las cuales una permanecería en reserva, más una locomotora diesel para casos de emergencia.

• En estas condiciones, la capacidad de la línea sería de 2,3 millones de Tm por año, es decir, 1,6 millones de Tm netas.

 

2. La rentabilidad de la explotación.

Para cada nivel de tráfico se realizaría solo la inversión mínima necesaria y suficiente o, dicho de otro modo, sería el mercado el que dimensionaría el instrumento (la línea férrea).

Solo cuando se alcanzaran los 2,3 millones de toneladas anuales sería necesario invertir en vías de cruce y en cambios de agujas, en mejorar la señalización, en aumentar el número de locomotoras o en contratar personal suplementario, hasta alcanzar la capacidad máxima de la línea que todos los estudios precedentes sitúan en torno a 4 millones de Tm anuales.

 

3. El marco jurídico y reglamentario.

Los estados español y francés, a través de ADIF[3] y RFF[4], mantendrían la titularidad de sus respectivos tramos de la infraestructura y cobrarían los correspondientes cánones por su uso. La explotación de toda la línea (entre Zaragoza y Pau) correría a cargo de un único operador, público o privado, y se realizaría respetando estrictamente las actuales exigencias (reglamentos y normas de seguridad) de ADIF/Renfe y RFF/SNCF.

 

4. El coste.

El coste de la reapertura y puesta en marcha de los 51 km entre Olorón y Canfranc estimado por el gabinete Claraco es de 97 millones de euros.

Esta cifra resiste cualquier comparación con las aportadas por los estudios precedentes. La única que no se ha tomado en consideración es la de 300 millones de euros, dado que no aparece escrita en documento oficial alguno, ni se ha justificado nunca, ni mucho menos ha sido validada ni puesta a disposición del público.

 

5. Perspectivas.

Aragón, pero también la Comunidad Valenciana y todo el sudeste español serían los beneficiarios directos de la reapertura del Canfranc, que brindaría una opción muy atractiva para los tráficos de larga distancia hacia el noroeste de Europa, incluida Gran Bretaña. Se calcula un recorrido medio de 800 km para las mercancías con este origen/destino.

 

CONCLUSIÓN

 En sólo dos años de trabajo y por menos de cien millones de euros (para el tramo Olorón-Canfranc) el ferrocarril transpirenaico occidental puede funcionar y resultar competitivo y rentable.

El Canfranc reabierto permitiría:

• Ponerse al abrigo de la inevitable alza del precio del petróleo.

• Respetar el medio ambiente (sobre todo al atravesar el Pirineo).

• Confirmar a la Plataforma Logística de Zaragoza (y la futura de Huesca) como rótula fundamental de los flujos de transporte de mercancías entre la península ibérica y el resto de Europa.

• Iniciar la transferencia de cargas internacionales de la carretera al ferrocarril, indispensable para que resulte creíble el proyecto de la travesía central de los Pirineos. El Canfranc, hoy, prepara y garantiza la TCP de mañana.

 

            Zaragoza, 14 de febrero de 2006.

 

Comité pour la réouverture de la ligne Oloron-Canfranc (CRELOC)

Coordinadora para la reapertura del ferrocarril Canfranc-Olorón (CREFCO)

[1] Société Nationale des Chemins de Fer.

[2] Union Internationale des Chemins de Fer.

[3] Administrador de Infraestructuras Ferroviarias.

[4] Réseau Férrée de France.

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