Demagogia y TCP
(publicado en
HERALDO DE ARAGÓN)
Los grandes ejes de
transporte se dan donde hay mucha población y mucha actividad económica.
No al revés. Creerlo conduce a errores como construir el ferrocarril de
Canfranc cincuenta años antes de que fuera necesario, o el inútil túnel
carretero de Somport.
Según el Observatorio
Hispano Francés de Tráfico en los Pirineos, en 2008 los atravesaron 111
millones de toneladas de mercancías, de las que 107,8 lo hicieron por
carretera y 3,2 por ferrocarril. Es decir, solo el 3,5% utilizó el tren.
Una cifra exigua y, si consideramos que en 2004 era de 4,5 millones de
toneladas, en regresión. Con esta perspectiva, plantear la construcción de
una travesía central de gran capacidad es un absurdo.
Si los cargadores no
utilizan más el tren no es por falta de vías, ya que las estaciones de
Irún y Port-Bou tienen capacidad para mover mayores cifras. Ahora se
cuenta además con el túnel de Pertus, cuyas vías de ancho europeo llegan
ya al puerto de Barcelona, que él solo duplica la capacidad de las líneas
de los extremos del Pirineo. La causa es la falta de una política de
transportes que favorezca el trasvase de cargas de la carretera al
ferrocarril. La gran cantidad de autovías de uso gratuito y la no
aplicación de la euroviñeta, tasa sobre el transporte por carretera para
que asuma sus costes externos (carreteras, contaminación, accidentes,
etc.), hacen de España el paraíso del camión.
Solo si el Gobierno
cambiase radicalmente su política se empezarían a transportar más
mercancías en tren. Cuando el ferrocarril sea capaz de captar por encima
del 20% (échenle entre tres y cinco décadas) será el momento de plantear
la TCP. Así que si los aragoneses queremos tener antes una vía que nos una
al norte de Europa, deberemos reabrir el Canfranc. Lo demás es demagogia.
Luis Granell
Pérez
Representante
de la Fundación Ecología y Desarrollo en Crefco