25 de septiembre de 1977, CC.OO. se presenta con un tren a Canfranc

 

Ni con amenazas de bomba los pararon

 

Los sindicatos han sido siempre protagonistas en la lucha por reabrir el Canfranc. Mucho antes de que, en 1993, creásemos la Coordinadora para la reapertura del ferrocarril Canfranc-Olorón (Crefco), ya se habían implicado en la reivindicación de esta línea ferroviaria internacional. De hecho, fue un sindicato, Comisiones Obreras (CC.OO.), el que recogió el testigo que en 1975 había levantado el Sindicato de Iniciativas y Propaganda de Aragón (SIPA), que no es un sindicato a pesar de su nombre, con su tren “memorial”.

Salida del tren de la estación de Plasencia del Monte. La locomotora iba adornada con las banderas de Aragón y de CC.OO.

(Foto cedida por A. Martínez)

El 25 de septiembre de 1977, la recién creada Unión Regional de Aragón de CC.OO. (el sindicato había sido legalizado solo cinco meses antes) se presentó públicamente con un memorable viaje en tren entre Zaragoza y Canfranc, con el que los jóvenes sindicalistas pretendían demostrar que “movimiento obrero y conciencia regional son perfectamente compatibles”, recogiendo las palabras que yo mismo escribí entonces en el semanario Andalán. Y estaba claro que uno de los principales símbolos de esa conciencia era el deseo de ver reabierto el Canfranc.

 

El mejor material

 

A pesar de lo reciente de su legalización, CC.OO. tenía una fuerte implantación entre los trabajadores de Renfe. Sus militantes (entonces no había liberados) se pusieron a trabajar y consiguieron traer a Zaragoza una composición de diez coches de la serie 8000, que eran los utilizados en aquel tiempo para los trenes rápidos y expresos más importantes, ya que aquí solo se disponía de coches más antiguos. Y también se movieron hasta convencer a sus jefes de que el tren fuera remolcado por la locomotora diesel más potente y moderna que tenía Renfe: una 3000 casi recién salida de fábrica. Los agoreros aseguraron que la línea de Canfranc no soportaría el paso de una máquina que pesaba 120 toneladas, pero el entusiasmo de los organizadores consiguió el permiso y, de mañana, el largo tren salió puntual de la estación del Portillo.

Marcelino Camacho hablando con los periodistas durante el viaje. De pie, Antonio Martínez. (Foto cedida por A. Martínez)

Los viajeros estaban exultantes, pues no en vano era la presentación de su sindicato en Aragón. Pero también lo estaban los empleados de Renfe; todos los que tripulaban aquel tren, salvo el interventor, estaban afiliados a Comisiones. La vieja estación de Huesca fue la primera parada; allí fue recibido por un centenar de personas. Pero las concentraciones fueron aún mayores en Ayerbe, Sabiñánigo y Jaca, donde Marcelino Camacho, megáfono en ristre, les dirigió unas palabras desde el estribo de uno de los coches. Hubo una parada no prevista en la estación de Plasencia del Monte, para que Camacho saludara al factor de servicio, que había conseguido que muchos de sus compañeros se afiliasen al sindicato. El tren no paró en otras estaciones secundarias (entonces todavía abiertas), pero sus empleados le saludaron a su paso desde los andenes y no solo con el reglamentario banderín rojo, sino también con puños cerrados y haciendo el signo de la victoria con los dedos.

Además de los sindicalistas, en el tren viajaban algunos políticos, como José Alonso, senador del PSP (y también ferroviario y fundador de CC.OO.) y los tres senadores aragoneses que habían sido apoyados por todos los partidos de izquierda: Antonio García Mateo, Lorenzo Martín-Retortillo y Ramón Sainz de Varanda. Y periodistas, claro. La originalidad de la movilización hizo que agencia británica Reuter enviara a un cámara de televisión pero, significativamente, TVE y la mayor parte de los medios informativos zaragozanos de entonces brillaron por su ausencia.

Las estaciones, como esta de Ayerbe, se llenaron al paso del tren. (Foto cedida por A. Martínez)

 

Amenaza de bomba

 

Durante el mitin en la estación de Jaca, el factor de servicio en la misma recibió una inquietante llamada telefónica: “Tome nota: si el tren hijo puta sale, la línea está minada; es un aviso”. Con los tiempos que corrían, en los que la extrema derecha competía con ETA intentando abortar la incipiente democracia (las primeras elecciones se habían celebrado en julio), no era cosa de arriesgar. El tren quedó detenido en Jaca y, mientras que los más de 800 viajeros buscaban un transporte alternativo para seguir viaje, dos patrullas de la Guardia Civil salieron de Canfranc y Jaca recorriendo la vía a pie hasta encontrarse. Cuando comprobaron que no había ninguna bomba, el tren, vacío, subió hasta la estación internacional. No obstante, varios agentes permanecieron apostados en diferentes puntos del trayecto hasta el regreso del tren.

Mientras, en Canfranc, CC.OO. celebraba un mitin en una explanada junto a las escuelas. La primera intervención corrió a cargo de Antonio Martínez, entonces secretario de la Unión Regional, quien explicó (vuelvo a copiar mi artículo de Andalán) que “Comisiones Obreras están plenamente identificadas con las reivindicaciones aragonesas y la necesidad de autonomía para la región”. Ha sido precisamente Martínez quien nos ha facilitado ahora algunas de las fotos que ilustran este reportaje retrospectivo. Lógicamente, el discurso más largo fue el de Marcelino Camacho quien, además de agradecer a la Guardia Civil (a los que llamó “ciudadanos de uniforme”) su labor, habló de la crisis económica (la de entonces), de los derechos de los trabajadores, del papel de los sindicatos, etc., etc., etc., porque cuando Marcelino tomaba la palabra, costaba que la dejara.

 

 

 

El mitin, con la intervención estelar de Marcelino Camacho, se celebró

delante de las escuelas de Canfranc-estación. En segundo plano se

ve a un jovencísimo Eduardo Paz, cantante de La Bullonera.

(Foto cedida por A. Martínez)

 

 

Tras el mitin cantaron José Antonio Labordeta, en la foto,

La Bullonera y Tomás Bosque. (Foto cedida por A. Martínez)

 

Epílogo

 

Comisiones Obreras fue miembro fundador de Crefco y sigue en la Coordinadora desde entonces, al igual que la Unión General de Trabajadores (UGT). También están integradas en la misma la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Organización Sindical de Trabajadores de Aragón (OSTA).

Coordinadora para la Reapertura del Ferrocarril Canfranc-Olorón (CREFCO)

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