El 17 de julio, la estación internacional fue un clamor por la reapertura

 

Canfranc: es el momento

 

Entre 200 y 300 personas se concentraron el domingo 17 de julio en la estación internacional, coincidiendo con el 83 aniversario de la inauguración de la línea internacional Zaragoza-Canfranc-Pau, para reivindicar la reapertura del ferrocarril de Canfranc. Representantes y partidos políticos, sindicatos, asociaciones de vecinos e incluso defensores del ferrocarril llegados desde Zamora, Valencia y Puertollano, pero sobre todo ciudadanos de a pie, respondieron a la llamada de Crefco.

En los días previos al de la convocatoria, dos hechos atrajeron la atención de todos hacia Canfranc. El primero fue la decisión de la Comisión Europea de excluir el proyecto de travesía central del Pirineo (TCP) de los ejes ferroviarios que recibirán fondos europeos antes de 2020. Era el mazazo final al montaje publicitario alentado por los gobernantes, empresarios y grandes sindicatos aragoneses desde hace años. El Canfranc se confirmaba así como la única alternativa posible a la comunicación ferroviaria de Aragón con el norte de Europa. El segundo hecho fue el descarrilamiento de un tren de mercancías entre Villanúa y Castiello, el lunes 11, a solo seis días del elegido para la concentración pro-reapertura. Además de una llamada de atención sobre el mal estado de la vía, el accidente hizo que los medios informativos hablasen del acto convocado por Crefco. Se dudaba de que los manifestantes pudieran llegar en tren a Canfranc el domingo.

Mariano Anós leyendo el manifiesto de Costa. En el andén, representantes políticos.

¡Llegamos! Los trabajadores de Adif y Renfe se esforzaron para retirar los vagones recuperables (dos van a ser desguazados in situ) y en reponer los 400 metros de vía que habían quedado inservibles tras el descarrilamiento. El tren de Zaragoza en el que viajaban los manifestantes pasó despacito por el lugar del accidente, pero pasó. Espectadores privilegiados de su paso fueron las personas que intentaban recoger en sacos el cereal esparcido por el talud. El “tamagochi” abarrotado de viajeros entró en la gran explanada de la estación canfranquesa haciendo sonar su bocina (que por algo iba conducido por el portavoz de Crefco, maquinista de Renfe-Media Distancia) y entre los aplausos de quienes lo esperaban en el andén.

Delante mismo del tren se desarrolló el acto central de la jornada que empezó con la lectura por el actor, director y autor teatral Mariano Anós del manifiesto escrito por Joaquín Costa en 1882, cuando comenzó en Huesca la construcción del Canfranc. Acto seguido se guardó un minuto de silencio en memoria del primer presidente del Creloc, Jean Brenot, muerto recientemente, así como de otros luchadores por el Canfranc que nos han ido dejando. José Luis Bermejo, conductor del acto, fue desgranando los nombres de Charles Vaillant y Alain Cazal, también del Creloc, Robert Balangué, antiguo alcalde de Bedous, Juan Lacasa, que lo fue de Jaca, y del canfranqués Julio Ara. También se recordó a Ángel Langarita, trabajador de Renfe fallecido por un infarto durante los trabajos para arreglar los desperfectos ocasionados por el descarrilamiento del día 11.

El primero en tomar la palabra fue el alcalde, Fernando Sánchez, quien después de dar la bienvenida a todos insistió en dos ideas: que el Canfranc es en estos momentos la única alternativa de transporte ferroviario transpirenaico para Aragón, y que debe restaurarse el vestíbulo principal de la estación para uso ciudadano. Intervino después el secretario del Creloc, François Rebillard, para calificar de avance muy importante el que la ministra francesa de Transportes haya recibido a su organización por primera vez desde que se creó hace 25 años, y les asegurara que su Gobierno iba a solicitar fondos europeos para reabrir la línea hasta Canfranc, después de que en 2015 se recupere el tramo Olorón-Bedous.

 

 

Minuto de silencio.

 

 

Intervención de François Rebillard, del Creloc. A su lado Fernando Sánchez, alcalde de Canfranc)

Benjamín Casanova, portavoz de Crefco, afirmó que tras los avances logrados en Francia estamos “mucho más cerca” de conseguir la reapertura. Aprovechó la mención de los cambios que se han producido al otro lado del Pirineo para recordar a los gobiernos de España y Aragón que ahora les toca a ellos mover ficha, modernizando la línea entre Huesca y Canfranc. Para Casanova no hay excusas; si los trenes van a llegar en 2015 a Bedous, a solo 32 kilómetros de la estación internacional, “¿seguirán diciendo entonces los políticos españoles que los franceses no quieren abrir el Canfranc?”

Además de los cambios habidos en Francia, el portavoz de Crefco –siguiendo la línea argumental del manifiesto de la Coordinadora que se repartió– afirmó también que la crisis económica, más allá de las decisiones de la Unión Europea, hace imposible pensar en obras de dimensiones tan colosales y tan caras como la TCP. Por ello recobra todo su valor la alternativa de reabrir el Canfranc que es barata, de rápida ejecución y más que suficiente para las necesidades de Aragón y de Aquitania. Por eso, explicó, el eslogan de este año ha sido: “Canfranc: es el momento”.

Benjamín Casanova, portavoz de Crefco, dirigiéndose a los asistentes.

También reclamó la utilización del vestíbulo de la estación, pero apuntando que no debe perder los elementos que caracterizan al edificio como lo que es: una estación de ferrocarril. Para ello pidió que se restauren también las taquillas históricas y que los trenes vuelvan a parar en el andén principal.

El acto continuó con el derribo de una valla colocada al efecto, con la que se quería representar la que desde hace años rodea el edificio de la estación, cuya restauración y conversión en hotel ha quedado paralizada al frustrarse las previsiones de venta de suelo ferroviario sobrante, como consecuencia también de la crisis económica. Los aplausos que sonaron cuando la valla dio en el suelo fueron buena prueba de las ganas que todos tenemos de volver a entrar en la estación.

Derribando la valla. Queremos volver a utilizar la estación.

 

 

La Asociación Ferroviaria Zamorana, Todavía (de La Fregeneda, Salamanca), y amigos de Valencia y Puertollano

apoyaron con su presencia a Crefco y Creloc.

Asistieron todos los partidos políticos representados en las Cortes de Aragón salvo el PSOE. Dos lo estuvieron al máximo nivel: CHA por su presidenta, Nieves Ibeas, e IU por su coordinador general, Adolfo Barrena. El PP lo estuvo por la senadora Blanca Puyuelo y el alcalde de Jaca, Víctor Barrio. José María Abarca, diputado provincial y Francisco Coduras, presidente comarcal, representaron al PAR. También se vio en Canfranc a José Antonio González, secretario general del sindicato OSTA.

A pesar de algunos problemas con la bomba de helio que los rellenaba, el acto terminó con la suelta de globos en los que los asistentes habían escrito sus deseos. Otros muchos globos quedaron atados a la verja de la estación, así como numerosas cintas rojas y blancas, que recordaron a las que se ataron a la misma verja durante todo el verano pasado. Después se realizó una visita a las instalaciones exteriores de la estación, guiada por Luis Granell (representante de la Fundación Ecología y Desarrollo en Crefco), en la que el periodista Ramón J. Campo explicó los acontecimientos ocurridos en Canfranc durante la II guerra mundial, que él ha narrado en varios libros, y Víctor López, anterior portavoz de Crefco, narró sus vivencias infantiles en las instalaciones recién abandonadas del enorme complejo ferroviario internacional.

 

 

 

 

Hinchando los globos reivindicativos.

 

 

En el depósito de locomotoras y placa giratoria, durante la visita a la estación internacional.

 

Texto y fotos: Luis Granell

 

 

Coordinadora para la Reapertura del Ferrocarril Canfranc-Olorón (CREFCO)

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